jueves, 11 de septiembre de 2008

Ampliando la nota anterior

Estaba hablando de los "Yanquis, go home!". Me falto agregar algo mas: Me da mucha tristeza por toda la gente estadounidense buena, consciente de los cambios que necesita su gobierno y su sociedad, que se involucran en luchas que benefician a nuestros paises, que demandan sus derechos como ciudadanos de ser escuchados y al mismo tiempo nos dan voz a los que no tenemos. Eso es lo unico que me detiene de quemar banderas estadounidenses, debo admitirlo.

Despues de lo de la visa, tengo unas ganas increibles de sacarla del pasaporte viejo, cortarla con primor en pedacitos muy pequeños, tal vez hasta hacer un pequeño collage y quemar el producto final, mandando al gobierno gringo al infierno. Deseo hacerlo. Quien quita, de pronto mi proximo blog trate de eso, a saber. Pero me acuerdo de todos esos amigos bellos que hice alla, de esa gente que no merece la suerte que merece su gobierno. Pero que no pueden hacer gran cosa aun sabiendo, o sienten que no pueden. O ignoran todo esto y mas. Pero no puedo perdonar a los que deliberadamente deciden ignorar y volver la cabeza hacia otro lado.

Mis amigos no son de esos, lo se. Y por eso lo siento mas por ellos. Y eso me hace desear, mas alla del odio y el rencor, buscar -y encontrar- alternativas de dialogo y acercamiento, sentarnos juntos a discutir estas cosas y ver que podemos hacer. Porque yo vivo aqui, con mi gente, con esa realidad al alcance de mi mano, pero ellos no. Aunque ellos no tengan eso, tienen voz, pueden ser al menos escuchados, tienen un poder del que ellos mismos no son conscientes. De verdad espero que las cosas mejoren, y que no se rindan. Porque nosotros debemos luchar siempre, no es opcion, es obligacion. Pero ellos pueden elegir no ver, escuchar, hablar, no hacer nada y concentrarse en ese pais que les ofrece pan y circo por montones, lo que al final los sumerge en un mundo irreal y peligroso, porque adormece la conciencia.

Yanquis, go home!

Debo admitir que al leer las noticias sobre la expulsion de los embajadores de EEUU de Bolivia y Venezuela, senti orgullo y, por que no decirlo, quizas hasta alegria. "¡Váyanse al carajo, yanquis de mierda, que aquí hay un pueblo digno. Váyanse al carajo cien veces!", fueron las palabras pronunciadas por Chavez, a la vez que defiende la dignidad de los pueblos latinoamericanos y exige respeto para ellos, para todos nosotros.

No cabe duda de que Chavez es uno de los personajes mas controvertidos de nuestra historia contemporanea, y sus exabruptos en publico acaparan innumerables titulares de prensa, radio y television. Que a veces se pasa, hay que admitirlo. Que a veces se equivoca, como todos, y esta condicion no es exclusiva de gobiernos de izquierda ni de derecha. Que a veces tiene toda la razon, este caso lo ilustra perfectamente. Ciertamente el mundo diplomatico tiene sus reglas, y palabras como estas tienen sus consecuencias, pero creo que a veces la verdad tiene que salir de esta forma para que se nos haga caso, o al menos para que nos vuelvan a ver. Quierase o no, necesitamos de vez en cuando gente como ellos para poner en su lugar a quien necesita un escarmiento.

Con este blog no pretendo en lo absoluto analizar las consecuencias diplomaticas de este acto para ambos paises, creo que en este momento necesito expresar sentimientos que muchas veces los latinoamericanos preferimos esconder por unas cuantas migajas de pan necesarias para alimentar a los nuestros. Pareciera que este es nuestro destino, ya sea estando alla en Estados Unidos o, lo que es mas triste aun, en nuestros propios paises. Hace unas semanas tuve la oportunidad de pararme en la embajada estadounidense de mi pais para pedir una visa de estudiante -que a veces parece el tribunal divino, todos esperando ganarnos el favor de ese dios impredecible que tiene poder sobre nuestros destinos-. Como era de esperar, me la negaron. Y siento rabia, mucha rabia, resentimiento e indignacion, no tanto por la visa en si, sino por toda mi gente que a diario gastan esos $131 para ir a solicitar ese maldito documento, algo que definitivamente hace mella en su presupuesto, sin la garantia de obtener tan ansiado regalo.

Me da una rabia que aparte del corazon me duele tambien en el cuerpo, ver a mi gente humillada haciendo esas interminables colas, con la cabeza gacha, como borregos esperando el silbido del pastor, para ser tratados como si fueran perros o mendigos por esos malditos consules gringos -o yanquis, da igual- que vienen a tratarnos de manera inferior, a vernos hacia abajo y hablarnos como a sirvientes estando ellos fuera de su pais, estando NOSOTROS en NUESTRO pais. Negandonos el derecho de hablar por nosotros, de preguntar, de cuestionar la decision tomada -muchas veces de manera arbitraria. No es justo.

No hay que negar que nuestros gobiernos contribuyen a eso, agachando ellos tambien la cabeza, rogando, prometiendo, y lo que es peor, vendiendo -servicios publicos, soldados en Iraq, y demas. Dando mucho a cambio de migajas. No resolviendo lo que de verdad hay que resolver. Sin actuar como naciones soberanas que supuestamente somos -tendremos necesidades, somos pobres, etc., pero no les da derecho de tratarnos como colonias, ni nos da a nosotros la obligacion de permitirlo. No niego que estando parada en esa fila paso por mi mente la idea de que si en algun momento toda esa gente decidiera amotinarse, que harian esos gringos... nosotros venimos de una guerra, somos gente que sabe luchar, pero ellos? Igual, estamos como ese elefante que mientras es pequeño intenta escapar de la cadena que sujeta su pata, y al haberse lastimado cuando lo intento, ya grande se niega a intentar de nuevo, aun teniendo ya la fuerza suficiente de soltarse si quisiera.

Es triste que necesitemos gente como Chavez para que nos den el lugar que nos corresponde. Sobre todo porque esa responsabilidad es de nosotros. Y Chavez sera loco y todo, pero esta vez tengo unas ganas increibles de decir con el "gringos, vayanse a la mierda, no una ni cien veces, sino mil!".